CLIENTE
Bodegas del Saz.
Perojil vinos jóvenes para disfrutar el momento.
El objetivo de abrirse a nuevos mercados de exportación y la imagen que prestaba su vino no estaba en sintonía con la calidad del mismo. En el diseño de packaging, se decidió mantener su tono auténtico, pero aportándole un plus de calidad. Obteniendo una etiqueta elegante y con expresión.